Mi carro vuelve al mecánico y ni modo, al taxi de nuevo. Me subo a uno en el parque Centenario y el tipo empieza a despotricar contra el clima y que su esposa lo mandó al cuerno con eso del día del padre.
Que estaba harto de ella y que por eso tenía casera, como tantos otros buenos hombres de este planeta, no soportaba a la oficial y le tocó buscar a la suplente que le soportaba todo, hasta que estuviera casado. Lo vestía y calzaba, según sus palabras.
Su discurso duró hasta mi destino. Nos hicimos amigos en la desgracia y yo también le conté un par de tribulaciones. Espera que gane la UNE para conseguir trabajo de guarura de nuevo, bajo el ala de Colóm. Cree en la política porque no tiene otra. Le gusta el rock clásico, Lynyrd Skynyrd.
3 comentarios:
Yo hice un viaje en taxi desde la capital y estaba cayendo un temporal. Ya imaginas el cuento largo que llevaba el taxista. Era géminis y su principal... digamos virtud era por momentos su infierno, era un completo mujeriego.Había estado en la cárcel.
Saludos fe de rata
Que acaso todo en la vida somos las féminas y la política?
Qué te diré... obsesiones o traumas de los hombres. Y me incluyo, claro. Pero fue algo situacional y ni modo, así fue.
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