sábado, 9 de junio de 2007

SOBRE LA POESÍA: LA OBSESIÓN

Se hace porque se hace. No hay salida. Necesidad irrefrenable. Adicción. Los poetas más descollantes han sido los obsesos. No puedo imaginar a Fernando Pessoa sin sus multiplicidades, los otros yos.
Todo el simbolismo francés por ejemplo. Roque Dalton, por acá, Jorge Teillier por allá. Mi máxima Wislawa Szymborska. La obsesión, lastimosamente, no se puede replicar; es una condición humana muy particular, enfermedad del creador. Tomen de ejemplo al Génesis, ¿a qué ser se le ocurre detallar tanto un proceso, una obra? Y me refiero tanto como al personaje Dios como al incógnito escritor que hizo la historia.
El torrente de palabras sale y se dispersa, se organiza en versos y las mareas llegan a los lectores. Para nuestro beneficio y el de la poesía. La literatura humaniza, tanto que nos gusta creer que los perros tienen sentimientos. O que podemos cambiar.

2 comentarios:

  1. Me alegra que estés acá. Por cierto, he tenido problemas para abrir los comentarios, talvez es un defecto.
    La obsesion...esa putilla.

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  2. "So much to read, so little time" decíamos en la U. Una vez termine en una clase dedicada a Emily Dickinson exclusivamente, ya no recuerdo por que tome esa clase, pero después del rechazo inicial (toda la clase estaba dedicada a ella) llegue a estimar sus poemas. La poesía viene siendo oxigeno para los que la hemos conocido.

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