Yo me inicié contando historias en poemas. Mi historia construida de breves sucesos adolescentes. De allí que el salto al periodismo fuera lo obvio, pero el dilema era que al iniciarme como reportero, los editores pintaban de rojo mis notas por ser demasiado vagas, entiéndase, mucho uso de lenguaje figurativo que algunos confundían con interpretativo. Mis notas, la verdad, eran para reir y los editores estallaban a veces en carcajadas o en gritos.
Por lo contrario, mis poemas eran demasiado narrativos, buena parte de mis inicios en los círculos literarios y talleres de poesía era puesto a paredón por colegas y maestros por escribir "pequeñas historietas". Era realmente malo en ese entonces.
Pero viene lo que mencionaba anteriormente, el asunto es la práctica para llegar al estilo que uno busca. Algunos colegas periodistas simplemente se aprendieron de memoria las preguntas de rigor, la pirámide invertida y a trabajar se ha dicho. Y les funciona. Los que en aquel entonces miraron con desden mis primeros versos, ahora se fueron.
Vamos, estamos en la era digital y muchos de nosotros usuarios de la red, tenemos blog y nos enteramos de lo que sucede en el mundo por este medio. ¿Qué le queda al reportero de prensa escrita? Pues buscar la historia detrás del suceso y hacerlo bien, regresar a los origenes croniciales del oficio.
La pirámide invertida y demás son la zona de confort para varios periodistas, según lo que he visto. Depende también de lo que querrás hacer, si destacar o no... y una que apenas está saliendo del cascarón, forsivoluntariamente me siento en el pupitre a recibir la misma cátedra de los mismos licenciados sobre las 7 preguntas fundamentales y la pirámide...
ResponderEliminarSaludos!!!!!!
Vamos, tampoco digo que hay que romper con la academia sin conocerla. Si ahorita andas de estudiante, pues aprovecha y luego reeinventa. Saludos lunatika.
ResponderEliminarA mi siempre me ha gustado escribir. Me gustaria leer tus articulos (si es que estos estan en linea). Yo participe en el periodico de la secundaria y despues de la universidad me meti a unos cursos de periodismo en lo que aqui se llama un colegio comunitario (traduccion literal). No era para mi, pero aprendi varias cosas incluyendo el hecho de que durante el proceso de un numero de publicacion se quema uno las pestanyas y a veces, muchas veces el cafe se agota y la noche se alarga en lo que se quita o se pone cosas...mientras los editores se gritan entre si porque fulano(a) de tal no entrego el articulo tal. "Good times, but not my cup of tea" como se dice por aca.
ResponderEliminarJajajaja, hay no! Los días de cierre de periódico! Los extraño tanto ahora, pero son críticos, eso sí. Toda la presión encima de uno y por sacar un producto editorial que pocos agradecen... Sin duda, es un trabajo de alfarería! No tengo mis artículos en línea, pero veré que hago pronto, ok?
ResponderEliminarLa noticia, dijo alguien alguna vez, es el mejor poema escrito...
ResponderEliminarAbrazo sin dogma, pero con mucho miltomate, P.
Mmmmmmm.... como que por allí viene la relación entre ambos géneros tan disímiles...
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