Adicto al volante, desde que aprendí a manejar, no hay acto más puro de introspección que subirme al auto y tomar rumbos desconocidos. A raíz de los cristaleros dejé de tener radio en mi vehículo y desde hace como seis años no escucho radio y en estos tiempos de podrida fanfarria política, ni falta hace. Por lo tanto, la línea continua y mis pensamientos.
He logrado solucionar dos enredos literarios de esa manera. Mi primer novela trata de eso, además. Entiéndase, del acto manejatorio, de compartir una cabina con una persona y deconstruir relaciones hasta el punto del hastío.
He tenido buenas experiencias en los diferentes autos que pasaron por mis manos. Borracheras, asaltos, sustos, choques, me han servido de camas, casa, cárcel, cielo. He amado y he vomitado. He mirado con amor del más puro y me he bajado a pelearme con otros choferes a medio tráfico. He matado con el carro.
Por eso es que hoy, que manejé de la zona 1 a la casa de mis padres en Mariscal, tomé rumbo a Muxbal, luego a Santa Elena Barillas por Carretera a El Salvador, de regreso a Pradera Concepción; Vista Hermosa, zona 15, zona 5, Calzada de la Paz, zona 18, Palencia, Calzada Martí, zona 2, zona 1 de regreso y de vuelta a la zona 11, he descubierto que mi caballo es ese sedan azul semi derruído que me espera a que termine esto para llevarme de regreso a mi cubil.
Hay que manejar sin radio y pensar mucho. Ayuda. Loores a los autos.
Posdata: no me jodan con eco-discursos, de todos modos lo seguiré haciendo, jajaja.
Mientras estoy de acuerdo que el manejar ayuda a pensar, no se que tanto pensaria manejando en Guatemala. Yo no manejo en Guate, prefiero sentarme atras y hacer de cuenta que los milimetros entre los carros son imaginarios y que aqui no pasa nada aunque escuche bocinas, frenazos y alegaderas. Sera cuestion de adaptacion. ;-)
ResponderEliminarSin duda es cuestión de adaptación. Cuando pasé una temporada en Minnesota lo asombroso era ver otros automóviles en la carretera. Ahora en Guate la cosa es diametralmente opuesta, pero el ruido se logra apagar, cuesta, pero se puede. Saludos Carmen, por cierto, intenté entrar a tu página pero caprichos del ciberespacio, no me deja...
ResponderEliminarYo aprendí a manejar en Guate. Así que no tuve tiempo de pensar demasiado.
ResponderEliminarQué es eso de que mataste con tu carro?
Yo aprendí a manejar en Guate. Así que no tuve tiempo de pensar demasiado.
ResponderEliminarQué es eso de que mataste con tu carro?
Atropellé a un tipo de aproximadamente 25 años que trabajaba en una construcción cercana. Estaba borracho el señor y se atravesó el bulevar Los Próceres y el resto es historia. Fue en mi primer año de ingeniería.
ResponderEliminarVaya. Y que hiciste, te diste a la fuga?
ResponderEliminarYo tenía un cuate que le decían "nalga de trailero" porque pasaba casi todo el día metido en su carro (y eso que no era taxista).
ResponderEliminarA veces le toca a uno tener nalgas de trailero y parece uno un cerote en reposadera por dar tantas vueltas.
Saludos.
"Eco-discursos", "Narco-corridos", "Auto-móvil", esa última ya no me salió, pero checate a las horas que te leo!
ResponderEliminarCLAUDIA: pues no, luego de un proceso y declaraciones de bomberos, todo terminó. Familiares nunca aparecieron. Aunque por momentos dieron ganas de huirse, mi querida chef!
ResponderEliminarANÓNIMO: la carretera tiene mucho de adictivo, pero ahora que le digan a uno nalga de trailero si está jodido! (¿Las tendría paches?)
DUFF MAN: Espero que por lo menos estés llegando de party, si es por trabajo, pues que lo siento man!
¡Uyy , que feo eso de atropellar a alguien!..
ResponderEliminarGracias a Dios a mí no me ha pasado, bué.. ahora que recuerdo, sí, me toco cuando manejaba bicicleta.
Es que andar manejando es lo mejor, más cuando andas en un Samurai.
Chaludos.
Mira pues... a mí me cayó una ciclista encima hace años... no eras tu? Bueno, no lo creo, era una vecina de mi madre, yo corría tras una pelota y nos dimos justo en la esquina de la cuadra... ella llevó la peor parte, por cierto. Gracias Filistea por la visita y prontamente llegaré a tu blog a conocerlo. Saludos también!
ResponderEliminarUhmmm no era yo, me imagino que cuando eso te pasó yo todavía estaba en el cielo con todo y aureola, es decir, no había nacido.
ResponderEliminarLos accidentes en bicicleta ayy Dios mío! que cosa mas fea.
De nada por la visita.. YO me dije a mi misma, 'mi misma, a éste como que lo conozco' y zasss!! que resulta que tenías una columna en Siglo Veintiuno.
Otra vez me encargo leer tus datos verdad?.
Chaludos.
Jajaja, o, tampoco fue hace mucho, hará unos 12 años que la doña se accidentó al atropellarme. Y bueno, pues que gusto de reencontrarnos... nos conocemos? Saludos Fili.
ResponderEliminarNo, no nos conocemos, lo que pasa es que creo que alguna vez leí tu columna en Siglo Veintiuno.
ResponderEliminarNada más..
Hasta ahora tenes el gusto de conocerme.
Perfecto, qué mejor manera entonces! Saludos Fili y nos estaremos viendo (escribiendo, es la cosa) por estos lados...
ResponderEliminarLo de la manejada no me llama la atencion, mejor uso el mercedes benz de aca (autobus). Pero recuerdo algunas peripecias de cuando andaba en Guate. y salia con las amistades o familiares a dar un vueltin.
ResponderEliminarTambién tiene su gusto eso de andar en bus... siempre y cuando no sea pilotado por uno de nuestros excelsos choferes urbanos!
ResponderEliminar