AFEB: MÓNICA "BAILA PARA MÍ" ZELAYA

A pesar de la cara de tranquilidad, de ser una mujer de casa, una incansable lectora, culta, trabajadora, hacendosa, religiosa, seria, cucurucha, cocinera, todo lo que dicta la tradición y la moralidad guatemalteca; Mónica guarda un oscuro secreto. Aunque la verdad, ella no, pero su futuro sí.

Esto lo supe cuando la vi a los ojos (bueno, a su foto pues) y un estertor me hizo estirar la mano izquierda y zaz!, sacar un libro perdido en mis libreras: Conócete a ti misma. Entrelíneas de tan sabias lecciones pude vislumbrar que a pesar de haber tenido una relativamente tranquila vida, a Mónica el futuro le viene brillante.

Sí, lleno de luces y música porque al parecer terminará de coreógrafa de reaggetón. Luego de una vida dedica a la publicidad, aburrida de que en Guatemala los hombres no bailan, y si bailan, bailan feo, huye a la Perla del Caribe donde pondrá una escuela de bailes guatemaltecos folclóricos.

Con el correr de los años, logra fusionar el son con el reaggetón y el nuevo ritmo es un éxito: reaggesón. Compartirá escena con un decrépito Daddy Yankee y tendrá un corto y apasionado amorío con Tego Calderón. Será heredera de la fortuna de este último.

Con esos millones regresará a su país de origen y terminará casada con el ex cantante del grupo Contacto, O´brian, viviendo en San Marcos la Laguna y enseñando aun sus pasos de baile a las almas aburridas que lleguen en busca de iluminación.

Su casa albergará a cantantes de la talla de Ivy Queen, Paquita la del Barrio y los Tigres del Norte. Escribirá sus memorias y será un bestseller, antes de ser convicta por desvío de fondos, contaminación auditiva y tráfico de truchas sanpedranas protegidas.

En la cárcel, retomará su vieja pasión del diseño y armará una agencia entre rejas con las convictas. Terminará sus días peleando la cuenta de Benetton. Susan Sontag lo dice claramente. ASÍ SERÁ!