Escribir es una cosa en serio. No se puede hacer a ratos ni menos a medias. Se escribe o no. Ronald Flores es un escritor convencido de ello y con toda la pasión que inflama las ideas, crea pruritos en mediocres y motiva a seguirle en esa camino de disciplina y lucidez.
Hoy presenta su séptima novela titulada La rebelión de los zendales, en el Instituto Guatemalteco Americano, en el Distrito Cultural 4 Grados Norte, a las 18:30 horas. La presentan el poeta Julio Serrano, y las periodistas Dina Fernández y Marta Yolanda Díaz-Durán.
La novela se sitúa en la Chiapas colonial y trata sobre la única rebelión protagonizada por los indígenas contra la bota colonialista. Parte de fundamentos históricos encontrados en varias lecturas de Ronald, quien por cierto combina su labor artística con la academia, al ser uno de los críticos más destacados e incisivos de la región. Asimismo, es catedrático universitario y buen amigo.
Los invito a que lleguen, nos tomemos una copa de vino y a ser testigos de cómo se construye la historia de la nueva literatura de Guatemala. Felicitaciones por este logro Ronald y por publicar Final Silence, en Londres, la traducción a inglés de Último silencio, tu primer novela. Ladran Sancho, señal que cabalgamos...
Visiten su página: RONALD FLORES.
9 comentarios:
Mil gracias por tus palabras y tu apoyo, Juan Pablo! Sinceramente, Ronald
Ya sabes mano, saludos!
Estimado JP. Me parece que ser tan contundente (tan radical se diría hoy como para ser más cool, ¿verdad?) lo único que provoca es que estemos cayendo en los errores de las generaciones anteriores. Con mucho cariño te digo: ¿qué es eso de “se escribe o no”? ¿Hacemos un decálogo y lo que quede fuera lo desdeñamos porque no cabe en nuestros conceptos? Yo pienso que en la diversidad está el gusto y que cada quién afronta la vida y su obra de manera personal e irrepetible. No hay recetas, pues.
Quisiera recordarte, porque sé que las conocés, hemos hablado de ellas, estas palabras que el gran Onetti dio en una entrevista antes de morir:
“Nunca he sido un esclavo del escribir, como lo son Vargas Llosa o García Márquez. Alguna vez se lo he dicho a ellos: lo que tú tienes son relaciones conyugales con la literatura, tienes que cumplir con tu señora esposa, mientras que yo tengo relaciones pasionales con mi amante, eso es la literatura para mí: una amante. Cuando noto esa pasión, escribo, y cuando no, pues no. En un pasado reciente estuve muchos años sin escribir, tenía asuntos personales que arreglar y no pasó nada".
Recibí un abrazo y espero que no te enoje el comentario. Lo digo porque andás mero bravo por ahí con alguien que te anda diciendo “emo reprimido” ja ja ja.
Eduardo Villalobos
Buena onda por el comentario y ya me pusiste como la chingada, jajajajaja, nada que ver, me conocés y sabés que no me enojo cuando de hablar de literatura se trata, al contrario voy a favor de las discusiones. Las aproximaciones a las letras se hacen como cada uno quiere, sin duda, y cuando digo que se escribe o no me refiero a la seriedad en que se toma el asunto. Asumiendo que se hace literatura no se puede jugar a escribir y esperar buenos resultados, una obra fundamental, un logro de expresión imprescindible a la época, historia, lo que sea. Diosonetticreador habla con toda razón del tema, aunque no está mal que Vargas Llosa o García M. le cumplan a la mujer, mientras que el otro se da el lujo de buscarla cuando quiere. Eso es talento y genio. Otros necesitan hacerlo a diario, el ejercicio. Es cuestión de pasión, cuando digo que se escribe o no, jamás pretendería un decálago, me vomito primero. Saludos mano, un abrazo y nos vemos el lunes. Dentro de poco sacaré el manual "Cómo escribir literatura emo sin suicidarse y hacer de la tristeza una marca", jajaja, orale!
callense los dos y dejen a gabo en paz T.T
rata, te puedo decir rata vdd??
bueno como sea: no me gusta leer cosas a las que se no le voy a entender... como sobrevive a nietzche, no lo se... pero te cambio la copa de vino por un frapuccino de mocha :D
...
delirios, las hormonas
no me hagas mucho caso xP
Inevitablemente me recuerdo de Paquita la del Barrio y su infortunia cuando me dices Rata, así que prefiero Juan Pablo. Me gusta mi nombre. A García Márquez si le bien le respeto, no puedo dejarlo en paz. Es escritor, no un santo, igual que con Nietzche, que es una regla para saber qué si hay cosas antes y después de él. No te preocupes mucho en entender las cosas, lo importante es que generen dudas, sin dudas, qué hueva la vida no? Suerte con el torbellino hormonal!
Ya que te mojaste felicitando a Ronald Flores por la novela, me gustaría que la leyeras objetivamente y dieras tu opinión, pues ayer salió un fragmento en Siglo XXI y en una sóla página tiene varias inexactitudes y un par de errores de bulto.
Seguro, me mojé tanto como cuando leo tus anónimos... aun no la leo, pero cuando lo haga la comentaré. Saludos fiel desconocido/a... y si ya te hincha tanto la novela... pues porque no me envías tu comentario, lo posteo y lo discutimos entre todos? Recordate que estas escondido/a bajo el manto del anonimato, así que no tienes nada que perder, aunque obviamente firmar un anónimo es como si no existieras verdad?
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