CRÓNICAS DE LA SOBRIEDAD 2

No hay cosa más difícil en este mundo que tratar de mantenerse sobrio cuando uno nace para la fiesta. Mi primer semana me la pasé regular en todo aspecto. Luego de las correspondientes y cuasi fatales agruras de las que fui víctima la semana antepasada, pues mi cambio de vida inició de buena manera.

Me cambié de gimnasio y empecé los cursos de yoga que vaya que estaba perdiendo flexibilidad y eso sí que no era buen augurio. Seguramente con los estiramientos lograré recuperar la agilidad ganada cuando hacía artes marciales y perdida con tanto trasnoche. Kickboxing, no hay actividad física que ayude al tono muscular como esta unidad de boxeo y patadas de karate. Pesas. Dentro de poco estaré al nivel de Chuck Norris. Me refiero al fanzine alucinado de ese nombre que pueden visitarlo en los vínculos que tengo abajo.

He estado comiendo "sano", extraño horrores la carne y no entiendo cómo los vegetarianos sobreviven con alimentos hechos para animales diseñados para ser comidos por humanos. La sanidad en este caso, fue dejar las deliciosas grasas trans que pueden tomar forma de hamburguesas, pizzas, hotdogs, pollo frito, papas fritas y todo eso rico que aceita los dedos. La ventaja de esto es que he vuelto a la cocina y empezaré a experimentar de nuevo eso de cortarme los dedos y quemarme con ollas.

Salí el jueves con Alan a tomar unas cervezas. Lo sé, lo sé, me lo prohibieron, pero pasé la prueba, apenas me tomé como cuatro y a la casa a comer y a dormir. Todo bien al otro día. El sábado, fue igual, pero multiplicado por tres. Lo ameritaba, era un concierto en el Badd Attitude de rock de la década de 1980, simplemente buenazo. Este bar es el pilar del movimiento rock y de contracultura de Guatemala, subiré algo sobre este tema pronto.

Empecé Las partículas elementales de Michel Houellebecq y Retrato de borracho con país, de Eduardo Juárez. Recomendables los dos, pero prefieron que lean la de Juárez, así apoyamos la literatura guatemalteca. Miré Bob Dylan Don't Look Back de D.A. Pennebaker, un documental sobre la vida del compositor y cantante folk, un documento para hard core fans only. A mí me gusta Dylan pero verlo así tan crudo e inmaduro no me gustó. Me quedo con el viejo que canta It's not dark yet.

Mi segunda semana de mejoramiento de vida en pos de un mejor sistema digestivo se presenta monótona. Lo bueno es que me he vuelto un ser productivo en el sentido más literario posible.


(Imagen tomada de www.lowcarbfriends.com)