No hay cosa mejor que el Pollo Campero. Quien piense lo contrario es mi enemigo. Es cierto. Recuerdo que mis mejores recuerdos vienen de esos restaurantes amarillos y anaranjados. Y el pellejo frito. No hay cosa mejor que el pellejo frito empanizado de Pollo Campero. Sólo sueño con eso.
Me gustaba ir al Paiz con mi mamá que era como ir a Disneylandia. Casi siempre era la Despensa Familiar o el mercado.Los putos guerrilleros volaron a la chingada el restaurante que estaba en Villa Nueva y se cagaron en el supermercado.
Nunca lo volvieron a poner y por eso odio todo lo que tenga que ver con justicia social. Por mí que se vayan todos a darle por el culo a su madre.Mis chavitos heredaron eso de mí, ja, se mueren por ir al Pollo.
Uno casi se me vuelve mara y lo pijasié duro, no caminó en tres días de lo hinchadas que tenían las piernas. Le pegué con tubo de cable doblado. Lo hice por su bien. Allá en la colonia nos turnamos para salir a patrullar, a uno de los chavos que nos quebramos me quedé con la pistola. Bonita y platiada, es nueve, puro Miami Vice.
Que nadie nos chingue. A la tira la tenemos apalabrada, ni se mete. Y hacen bien. Un cuate que creció conmigo se metió a robar furgones y lo chillaron en la cuadra.
Cuanto la tira se lo llevaba les dijo que les daba medio millón a cada para que lo dejaran ir y le dijeran quien había sido. Los mismos tiras ayudaron a matar al pisado y a toda su familia. Le violaron a sus tres hijas y los mataron a todos.
Grueso ese chavo mano.Allí está todavía. Ahora alquila casas y locales. Cuando los mareros vinieron a cobrar sueldo para no matarnos, él fue quien nos organizó a los hombres para que los controláramos y así fuimos dándo quiénes era y pobres patojos cómo lloraban, pero todos se fueron feo.
Ahora nuestros hijos e hijas juegan tranquilos en la colonia. Parece que el cuate se va a meter a alcalde para las próximas y yo si voto por él vos.
11 comentarios:
más que fantasía, es una fotografía de palabras...!!!
salud(os)!!!
buena forma de empezar el domingo post-baco!
relato desde uno de tantos infiernos guatemaltecos.
Uy! Tu relato me recuerda el libro de Carlos Paniagua que se gano un premio hace como 10 anos. Ya lo leiste?
Grueso, grueso.
Uta madre la realidad encarnada, donde ¿fue tu conversación? no te chingo la digestión esta puta realidad
Ese es el tipo de literatura que mejor te va. Fabuloso JP, bien escrito y qué ritmo para contarlo. Casi parece que lo estoy escuchando.
debiera llamarse: confesiones de un ciudadano guatemalteco empadronado...
espeso....
Sánchez.
como toda buena salvadoreña me encanta el campero :D
buena historia... :) muy coloquial
jp sos unico,
lo que escribis es puro,
soy un ignorante que disfruta y
aprende,no tenes freno,
lo balias a uno mano,
increible,
saludos,
fan desde siempre,
R.
buena!
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