EFRAÍN RECINOS
En el número 54 de la Revista La Ermita, el premio Nacional de Literatura 2006 Marco Antonio Flores entrevista al conceptualizador del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias, Efraín Recinos. Se devela un tipo sencillo, de gustos parcos y pocos agraciados. Contrario a su obra, una fluidez de formas y colores que asemejan una sinfonía. Su infancia. Salió al mundo hasta los 11 años, lo educó su padre antes de ingresar a la primaria y a los 17 ya estaba en primer año de ingeniería civil. Recinos es como un elfo, una criatura de la naturaleza sensible e inocente. Vale la pena leer la entrevista. Además, incluye una fábula de este magnífico artista plástico sobre la naturaleza y la ciudad.
MONTEFORTE
En ese mismo número el antropólogo Jorge Mario Martínez hace una revisión de la vida y obra del escritor guatemalteco, también Premio Nacional de Literatura (1993) Mario Monteforte Toledo. Una crítica que se va a las pedradas y manotazos contra los exaltadores de la vida y obra de MMT. Es este venenoso ensayo una manera de diferenciar el mito del hombre y qué tanto de escritor hay en el político y visceversa. Escrito de tal manera que me causa gran entusiasmo leerlo, no por el fondo, si no por la forma. Es para divertirse sin duda, tacha de elegante manera como Licenciado Alfombrita a quien hizo cierto prólogo, Poeta Funcionario a otro. Primer Oreja de la Nación, Baguette y Volován a algunos que colocaron la obra y vida de este barbado escritor a la par de la de José María Arguedas, cosa que enoja de sobremanera al antropólogo social. El talento de Martínez para los apodos es innegable: Señora con Nombre de Salón de Parque de la Industria, Ratoncito Titán, Mandíbula Batiente, entre otras flores para la comunidad ilustrada del país. Para gustos, cada cabeza. Podría ser el inicio de un género farandulero intelectual nacional. Así como existe TV y Novelas, podría crearse la publicación Cine y novelas (escritas), para que se fomente tan divertida manera de... atacar.
CINISMO
Mi glándula de cinismo se ha visto mermada por razones inexplicables. No sé si la dieta, o la canícula, o los espectáculos el congreso me han afectado pero mis Manuales Cínicos se quedaron en el título. Espero que la providencia me regrese pronto la corrosión. Para mientras tendré que seguir mirando programas de canto masivos para emocionarme. O de modelos para ver lo flaco de los argumentos.
EMAIL
Una cuenta de correo vacía, sin mensajes nuevos, es una especie de termómetro para medir la importancia de la persona para el mundo. Nadie en el mundo piensa en mí, sentencia contraria a la de Charly García, aplica para ese fenómeno. La solución es inscribirse a news letters porno, o a noticias sobre economía. La necesidad de aceptación facebookiana. Elaboren sociólogos y sicólogos.
ESCRIBIR
Siempre. Para mi persona la literatura se me ha develado como un oficio lento y solitario. Vaya novedad dirán ustedes. A pesar de haber leído cualquier cantidad de cosas al respecto, nunca lo vi tan claro como cuando me enteré sobre Justo Gallego quien construye una catedral en solitario (¿no lo creen? Míren la foto de arriba, todo eso lo ha hecho él con ayuda de un hijo, creo...). Sin permiso de la iglesia católica ni bendiciones de gobierno. Simplemente recibió el llamado y un día agarró pala, arena y a cernir. Un inútil trabajo de día a día.
7 comentarios:
Muy bueno este ejemplar de La Ermita, la entrevista más parece una plática entre cuates, pero eso le da un aire ligero.
vos serote nos dejaste con la duda... quien es quien de los que decis? seria bueno saberlo para cagarnos de la risa de tus tatas
Sí hombre, porfa! de aquí a que nosotros, el resto de los mortales encontremos esa revista, está verde, contanos quién es quién...
enestas andanzas..ymira que tenersuerte yencontrarse cosa buena, sin calzón quitáo´...sere husmeadora desublog..besofrentoso.
Mario Monteforte Toledo es irregular como novelista. Aún así me gustaron "Los desencontrados", por su asimilación al medio mexicano, y ese poema en prosa que tituló "Y llegaron del mar".
Sus cuentos son mucho más importantes. Fue renovador con "La cueva sin quietud" y logró relatos muy conmovedores en "Cuentos de derrota y esperanza". Ya ochentón demostró pleno oficio con "La isla de las navajas". Aunque se defienden, "Los cuentos de la Biblia" representan su aporte más débil.
Tuvo en mucha estima la obra de Efraín Recinos, por lo que resulta curioso que el número 54 de "La Ermita" ofrezca visiones tan opuestas sobre los dos.
va pues hombre, no nos perdamos...la traducción de los apodos, plis!
Juan Pablo los Manuales Cinicos vendran solos, el futuro lo sorprendera.
para frase de galleta...jajaja
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