LA FIEBRE BLOG PASÓ…

… y ya nadie escribe como antes. Como aquellos gloriosos tiempos en que navegar la blogosfera era una panacea en la multiplicidad de opiniones completamente acertadas. Tan acertadas como lo puede ser Wikipedia. Ahora ya no, poco a poco los románticos escritores dejaron de percibir visitas en sus covachas virtuales.

Fueron hermosos meses. Vamos, nadie pensó que fue más que un año, ¿verdad? Con el déficit de atención de estos tiempos es imposible centrar el foco en un solo lugar, en una única plataforma, una sóla voz.

Twitter desbancó las grandes bibliotecas de los blogs por el microblogging, esos billetitos con pensamientos y acciones comunicativas virales. Otros migraron con sus proyectos ¿intelectuales? a Facebook desde donde lanzan sus proyectiles.

El blog ha muerto. Es un hecho, digamos que es como el mundo de la moda: todos quieren acceder a tal producto con tal de estar a la vanguardia. Pero de pronto, las mareas cambian y se ven con un excedente de cosas.

Les voy a contar, en la década de 1980, cuando dejaba de ser un crío para empezar los ritmos de la adolescencia, inicié mi colección de pantalones Acid Wash, con tal de no repetir uno en las fiestas de esos tiempos.

Y justo cuando estaba yo a punto de cortarme el cabello estilo Michael Score - especie de loco emo rubio - de A Flock of Seagulls (haga click aquí para hacerse a la idea...) , aparece el puerco de Kurt Cobain y me jode el estilo con el grunge. Así que me hice de un montón de prendas que no me servían.

Es 2010 y sigo esperando el regreso del Acid Wash, pero ojalá venga en estilo tight porque ya no entro holgadamente en tan desafortunadas prendas.

La cosa es que varia gente aun sigue abriendo sus bitácoras de opinión y son buenas. Me agrada de sobremanera que Julio Calvo lo haga. Vamos quedando pocos pero sólo los mejores.

En mi caso – respondiendo a dos decenas de correos – del por qué me había ausentado es sencillo: porque puedo. Son las licencias que permite el talento, tos, tos. La cosa es que he vuelto y bueno, se abre nueva temporada hasta que me aburra de nuevo.

Gracias por estar pendientes amigos y para mis fanáticos anónimos, no sufran corazones, su castigo lo podrán seguir leyendo en este espacio. Ya saben ustedes que son bromas de igual manera que como yo sé que son bromas las suyas cuando dicen que no me extrañan.

En fin y como siempre me ha gustado llevar la contraria por un oscuro y desconocido motivo interno, he retomado el blogging, como un último de los mohicanos. Para celebrar mi regreso al ring, estreno header cortesía de mi amadísima Marcela Garavito.