pastoreando el tráfico
cualquier lugar era mi rumbo
encontré a una niña igual a ti
jugaba en la selva mientras su mamá
le observaba triste
por perder alguna cita el trabajo
o simplemente por las dos monedas
en la mano
la niña es una explosión de músculo y ternura
y eso hace esperar a los jinetes prometidos
a la destrucción o el regreso
ella era tus cabellos y mismos ojos
fieros
yo rumiaba la gente recordando el tiempo
que me dejé caer en tus manos y me asfixiaste con la boca
yo moría en cada beso decidido en mi destino
de ser tu alimento
era el más feliz despojo en la sabana
nada me sacaba de tu cuerpo acostumbrado a la caza
y esa niña es tu arquitectura
haz reencarnado a la distancia
en el mismo tiempo para acosarme fantasma
puedo ver a su madre triste por el destino
la presa nunca sufre ni el colmillo ni la carne
haz memoria recuérdanos y me darás la razón
los minutos pasan hinchan las sombras
y decido irme por esa quebrada dejando atrás
la escena
mascullo tu apodo en mi boca y su sabor
quedará en mí por otros meses
más allá de las lluvias las sucias calles que osaste gobernar
nos hemos dejado en el ayer recuerda eso
no me conozco desde entonces
he dejado la manada y estoy enfermo
voy a morirme como tu vas a morir
cachorra
seguirás siendo las manchas rizadas de un tigre
que se agita al viento y la tarde
de este lado nos quedamos la gente
que amaste comer
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