Lo intenté. Por Dios que lo intenté. Pero no puedo entrarle a Twitter, necesito de mucho tiempo para seguirle el curso, demasiada síntesis para mi tren de pensamiento y ya fui periodista para seguirme castrando.
No puedo hacerlo, señores. Lo mío es la lontananza en blanco, no el billetito digital. Pero, lo digo sin tapujos, tiene su gracia y desgracia la plataforma del pájaro azul, que no es precisamente lo que tenía en mente Rubén Darío cuando escribió tan exquisito cuento.
De hecho, un verso alejandrino de este nicaragüense de la barbaridad, cabe en un tweet. No tengo el tiempo para estar frente a la pantalla a ver discurrir el graffiti de los otros agregados. Es una condena, es no tener párpados.
Las redes sociales son en esencia, vehículos para expresarse. Y yo lo hago a lo grande, con tiempo, largo y tendido. El quicky nunca ha sido mi fuerte, talvez por eso no se me da lo de conectar en bares y ser un Casanova.
Así que, heme aquí, de vuelta a mi cancha, a mi lugar. El blog. Es lo más parecido a la página en blanco, sin ataduras de espacio. Además, que el experimento de Fe de Rata, es un acceso directo para el que quiera leer, a mi libreta de notas literaria. Aquí aparecen en primicia mis libros, aquí se ensayan.
Algo imposible en el confinamiento estrecho del tweet, de hacerlo así escribiría puras estupideces y no me entenderían en lo más mínimo, convirtiéndome así en uno más de los que engrosan la multimillonada de usuarios.
Lo sé, hay trucos, como este que hice para que entraran al blog. Pero soy un purista de la palabra y me gusta hacerlo como tal. Jorodowski es un maestro y seguramente Tito Monterroso sería el mejor twittero de la historia.
Seguramente no he entendido la plataforma, no he amaestrado mi cerebro a 140 golpes de teclado. Lo llegaré a hacer, no cabe duda, entiendo eso sí la viabilidad y potencialidad mercadológica del sitio.
Vaya, “viabilidad”, “potencialidad”, “mercadológica”, tres palabras que suman 36 caracteres, bloques grandísimos para un espacio tan pequeño. Diga adiós a un estilo, a un ritmo. Todo es una frase, aunque pareciera una máxima determinista embadurnada en porquería metafísica, no se le quita el hálito de telegrama.
He visto de todo en esa Lilliput. Maestros que encierran entre una mayúscula y un punto, sentencias dignas de enciclopedia; y sus contrapartes, poetastros que escriben sus pensamientos infiltrados de sobredosis pop. Del malísimo, claro.
Es la plataforma exacta para la farándula, es una manera más de ser popular, más allá de los discos, el cine, los videos, lo socialité. Es decir, adentrarse en la mente de la estrella, saber qué piensa, qué dice sin esperar a que aparezca en TMZ o en la sección de espectáculos al otro día.
No es necesario que los seguidores tengan acceso al perfil personal como en Facebook, ni compartir las fotografías de su círculo más íntimo, o ser fanáticos de la página FB mantenida, actualizada y contestada por su relacionista público (yo lo hago personalmente en la mía, por si tenían duda, jaja).
Para mientras, seguiré dándole duro a la plataforma, hasta que me aburra y caiga en deshuso el perfil @juanpablodardon, nunca antes me sentí tan fuera de foco, he pasado a ser un fósil en seis años. Pero esos, vale decirlo, duran millones.
10 comentarios:
Esto es lo tuyo, no cabe duda...y que bueno que seas nuestro así: haciendo lo tuyo (con el perdón de quien sea, lo digo literariamente) :)
No defendás tanto a Twitter, no te gusta y punto. :o)
Por cierto a mi tempoco me late mucho y eso que nisiquiera he intentado. Me cuesta tanto agarrarle el rollo a FB. Pero bueh... me alegra seguirte leyendo en blogger.
Salud.
Tanta paja solo para decir, "síganme en Twitter" :P
Sergio
Bueno, y bien dicho, a los que les va el tweeter, metanle nomas! yo intente y tampoco me gusto, como bien decis, le sirve a los famosos para agrandar aun mas sus egos, bueno, como siempre un gusto leerte mano, saludos
De la comunicaión se ha hecho al hombre su máxima expresión de sentimientos y razonamiento tal cual que la urbe en dos tres malas expresiones lo dice todo... y le es suficiente: la captación de ¡aquí estoy póngame atención pues...!
Sin embargo habemos otros pocos que de la inspiración y de la profundización del pensamiento requerimos espacio, tiempo y un análisis del yo interior para quedar satisfechos... y crear encanto.
Saludos Juan Pablo.
José Pablo Ascoli.
El twitter se me hace el equivalente a todos los sanates graznando a alaridos en la Reforma al amanecer y atardecer, en ese caos que a algunos les encanta y a personas como a mi, me desesperan un cacho. Por algo el logo sera un pajaro. Bienvenido de nuevo a la blogosfera.
Tampoco es para mi..
jajajaja No cabe duda que aquí estás en tu salsa, JP!!! Y es que, en realidad, limitarte a vos es tremendo desperdicio!!! El canvas en blanco es lo tuyo, sin tapujos, sin restricciones, JP en todo su esplendor! =) jeje Un abacho!
Cual desperdicio ni what eight rooms, diría Marré, es JP en versión 140, compacta. Tus tweets son geniales, compañero, aunque coincido que ahora ser blogger es más digno (vamos, no cualquiera escribe escribe, y no cualquiera tiene la paciencia para leerlo a uno acá), un poco, ¿no?
Twitter sin duda es para el usuario de BB o IPhone o cualquier smartphone! yo tampoco le encuentro el chiste, y como FB cada vez más todos tienen un Twitter, y yo tampoco le termino de encontrar su finalidad ni buen uso :(
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