me levanté temprano y puse dos monedas de oro
una en cada zapato
la calle es y me espera
los hombres agua para evaporar
nada cambiará se los digo en este cataclismo
coloqué dos huevos fritos con sal
pan y café
y destruí la naturaleza en mi plato
el apocalipsis es constante sepan
pero diferente a cada hormiga
cada anca de res que nos da bistec
cada familia postrada ante la muerte
de la mascota o el padre
esto no cesa amigos no termina
¿y para qué?
fallaron médicos y científicos
acertaron los poetas:
la enfermedad se resuelve en el papel
llevando el petróleo del miedo a un poema
pero nadie nunca
le hace caso a los locos
a los buenos locos pero sí a los mediocres
dos monedas les digo
cuando caigan los meteoritos y todo esto se abra como una naranja
me sentaré en un parche de grama a ver
me quedaré descalzo y las monedas y su oro
me las colocaré una en cada ojo
mientras cruzo los brazos detrás de la cabeza
que se abre como una naranja
en las manos de un niño sediento
el barquero tiene trabajo
y merece propina
4 comentarios:
Insisto tus finales tienen una fuerza casi cósmica. "El barquero tiene trabajo y merece propina". Genial
Gracias David, fue un gusto compartir con vos este planeta.
Que bueno que el mundo no se fue a la chingada. Si yo hubiera desaparecido sin leer este pedazo de poema tuyo, eso habrîa sido verdaderamente grave!
Paco, te quiero hermano. Gracias por tu visita :´)
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