Los domingos nunca se acaban. Se alinean en el calendario en la fila del fusilamiento del tiempo. No tienen piedad esos jueces de 24 horas. He visto muchos domingos en mi vida, –2,034 para ser exactos– y nunca los vi detenerse ni para piedad de los muertos.
Morirse un domingo ha de ser cosa rara. Supongo que todos los que mueren ese día ganan de inmediato el purgatorio, ese espacio intermedio de la conciencia en que no se gana ni se pierde, solo se está. Sin nada que hacer, sin otra cosa que esperar el reinicio de una nueva semana o vida. El cielo y el infierno no abren los domingos. Solo el mall.
El día del descanso de Dios es duro. Se le reza pero está descansando Dios, tan ocupado él. La Biblia lo dice claro. No entiendo el empeño de ir a tocar el negocio cuando está cerrado. Talvez por eso no se cumplen las cosas que pedimos. Habrá que rezarle otro día, como los judíos y los musulmanes.
El tal domingo está regulado inclusive por estándares internacionales. El ISO 8601 lo reconoce como el final de la semana y el calendario gregoriano tiene prohibido que cualquier siglo se inicie en domingo. Así de especial es. Cuando un mes se inicia en domingo, se venga con un viernes 13. No lo invento, es factual.
Los poetas se suicidan en domingo. La poesía está más a la mano en domingo. Muchas tragedias ocurren los domingos, como las elecciones presidenciales o la caída de un meteorito. O la filosofía. O el fútbol.
Escribir los domingos es muy triste, talvez por eso esta cara con que me miro al espejo. Tanto recuerdo. Todo lo que no se puede cambiar. Las malas decisiones, los malos recuerdos, la tristeza es del domingo. Las crudas son más duras los domingos. Las horas más implacables, la ciudad más hosca y vacía, las promesas tan lejanas. El amor es una idea y ni la música salva.
Talvez por eso Jesús resucitó ese día, no aguantó la tristeza de verse muerto. Se puso a pensar qué había hecho y de repente la idea ya no fue tan buena y en ese silencio vio los pecados que había perdonado y las pesadillas le invadieron.
Esa es la verdad, no lo que dicen los evangelios. Recuerde que Juan, Lucas, Mateo y Marcos eran escritores y los escritores siempre mienten. Esa es la verdad.
Esa es la verdad, no lo que dicen los evangelios. Recuerde que Juan, Lucas, Mateo y Marcos eran escritores y los escritores siempre mienten. Esa es la verdad.
3 comentarios:
Yo tengo el arte de convertir mis Domingos en Viernes, ha costado duramente pero he logrado que un Lunes cualquiera se sienta ofendido porque alguien le sonria pensando que es un Sabado, saludos
Saludos mano! Gracias por el comentario Wieger. Tu domingo es martes entonces, salud mano.
El fin de semana no es igual en todas partes, en Arabia Saudi el descanso por el Shabat inicia viernes y termina sábado por lo que el domingo es inicio de la semana laboral tal vez para los nómadas el domingo no tenga el mismo significado, qué se yo!Si tanta roña te da el domingo para escribirm entristecerte y recordar, dale un click y 'delete' los domingos...
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