(En el orden usual, Roberto González, Víctor Hugo Monterroso y Alfonso Tuche; para la filmación de Marimbas del Infierno. Fotografía tomada de Melindrosa Films)
Ayer asesinaron a Víctor Hugo Monterroso Girón, uno de los protagonistas de la internacionalmente galardonada película Las Marimbas del Infierno, del cineasta Julio Hernández C. Fue a la hora del almuerzo cuando me dijeron si había visto la noticia y ya no pude terminar de comer.
Esta noticia pasará desapercibida para el planeta que llora en estos momentos el suicidio de Robin Williams. Pero como escribió punzantemente Francisco Alejandro Méndez: "Lo que ocurre con Guatemala es que no te dejan suicidarte, siempre habrá quien te quite la vida."
Sus restos aparecieron esparcidos en el basurero de la zona 3. Nadie merece morir de esa forma. Chiquilín, así le decían de apodo, era un tipo transparente en la pantalla como en la vida real; no actuaba, llevaba a un segmento de la población a tener valía, a existir, en un medio de comunicación masiva como es un filme. Y vaya que lo hizo en muchos países donde se proyectó la película.
Personificaba a un tipo sensible a su entorno, endurecido por las circunstancias, pero con mucho afán de salir a flote de este río de aguas negras que nos conduce como país. No juzgue, porque tanto usted como yo vamos dentro de él. Escribo esto desde el horror y la tristeza.
Para buscar información del lamentable crimen, accedí a las redes sociales y leí los comentarios. Vaya error el mío y vaya ejercicio de la bilis: los detractores/comentaristas de los foros (esos jueces ciegos, esos fariseos, esos lapidadores, esos linchadores de la moral) se prestaron para tacharle de maldito, de delincuente, de drogadicto, de paria, de marero. Que debieron matarle antes. Qué horror.
Que la gente con esos apodos, como Chiquilín (léase también, Smiley, Sipi, Blacko, Canche, Zope, cualquiera de esos nombres autorreferenciales) deben ser ejecutados y eliminados del país. Que los pobres solo sirven para vagar, robar y agruparse en maras. Qué tristeza.
Noticias como estas se publican a diario. Hay periódicos especializados en la sangre. Se trivializa la muerte, se condena con cierta flema (en todos los estratos) que si le mataron era porque “estaba metido en algo”. Acá no existe el principio de derecho que exculpa hasta que se pruebe lo contrario. Somos expertos en condenar, sociólogos de la muerte, apologistas de Tánatos.
A Chiquilín le mataron por una extorsión, le estaban solicitando Q15 mil ($2000) para dejarlo vivir y no pagó. No tenía con qué pagar, ser artista en este país es estar ad portas de la mendicidad. Hay que buscar la sobrevivencia por otros medios laborales, él manejaba una grúa, por ejemplo.
Todos los criminales deben de pagar su falta a la sociedad. Así sea el carterista, el ministro corrupto, el presidente desfalcador, el empresario que defrauda al fisco. Ojalá atrapen a los responsables de este crimen que hoy enluta a la comunidad artística nacional, a los amigos que trabajaron con él, a su familia, un abrazo.
Con cada muerte violenta nos morimos como sociedad. Se nos ajusticia la sensibilidad. Chiquilín era un niño grande; revisen su perfil de Facebook para hacerse una idea. Fotografías y textos simples, de un hombre simple como tantos otros que van en las calles. Era un árbol que florecía con espinas.
Tenía nombre de artista, de escritor y dramaturgo, del mismo que escribió Los Miserables, el francés Víctor Hugo. Pero más parecía un personaje salido de las páginas de esa novela. Eso era Víctor Hugo Monterroso Girón, quien nunca pudo escapar de sus demonios y su sino.
Para él, el mundo era acariciar una pulga. Y así, saltó de sus manos.
Me siento triste después de leer su trabajo. Es inaudito que haya muerto a manos de extorsionistas
ResponderEliminarSaludos Armando, una tragedia a diario para cada gremio: choferes, trabajadores, pilotos, madres de familia, hijos. De tragedia griega a tragedia chalina. Saludos y gracias por comentar.
ResponderEliminarPues santa paloma el tipo tampoco era.
ResponderEliminarMe parece divertido como prentenden ponerlo como un pobrecito un martir cuando el era un delicuente.
http://pncdeguatemala.blogspot.com/2012/11/detenido-por-incendiar-un-vehiculo.html
http://pncdeguatemala.blogspot.com/2012/10/resumen-24-horas_26.html
No sabia que prenderle fuego a un carro y apuñalar a una persona lo hacen simpatico.
Por eso guatemala esta como esta, poner como martineres a delincuentes y pretenden queuno se sienta mal por que los maten?
Pf.
A otro lado con ese cuento y con ese drama de novela mexicana.
Ciertamente no era un santo, pero a diferencia de otros, intentó, de alguna forma, hacer un cambio.
ResponderEliminarAcaso "anonimo" tiene un premio ICARO...
https://www.youtube.com/watch?v=8-muqBr31sA&list=UUJ-Maq2-qsteLQs5k3kOzqg
ResponderEliminarPuede tener mil premios, que eso no lo hará una mejor persona. El premio habla de su trabajo, no de él como ser humano.
ResponderEliminarDe hecho, la familia dijo a los investigadores que Monterrroso "tenía malas juntas". Aunque claro, nada de eso puede justificar ese cruel asesinato.
Siguen llegando comentarios de gente que no conoció al Chiqui, era una buena persona, tenía un buen corazón y una enorme sonrisa para todos. Lo conocí en Casa Comal, donde pagó con trabajo sus estudios, para cumplir su sueño de hacer cine, no puedo creer que ahora digan que era un paria o un marero. Efectivamente, él fué víctima de extorsionistas y no podía pagar una extorsión, ya que haber participado en una película en Guatemala, no significa que te pagaron como actor, mucho menos en las películas de tan bajo presupuesto como las de Julio Hérnandez, pero él amaba el cine y lo hubiera hecho aun sin paga, ya que él trabajaba, la última vez que lo ví, iba conduciendo una grua, su trabajo habitual, ganándose la vida honradamente. Mis respetos Victor Hugo y su familia, nadie merece una muerte así.
ResponderEliminarNo sabia que tener un premio te hacia automaticamente buena persona.
ResponderEliminarWow!
No importa cuantos premios pueda tener eso no quita el hecho de queel tipo era un paria, apuñalando gente y delinquiendo como los que se ven todos los dias en cualquier punto de la ciudad.
Y perdon pero que el hecho de que no le pagen lo suficiente en el cine no significa que salga a delinquir y quien sabe que mas hacia.
Hay otras formas, si sus gruas no funcionaban como negocio podria haberse metido a algo mas.
Opciones hay pero la gente es tan mediocre que prefere acomodarse y ya.
Te extorionan?
Busca ponerte a salvo y denuncia.
Apuesto a que el tipo nisiquiera intento denunciar.
Bueno, lo dicho, sólo tenemos que leer los comentarios de nuestro amigo Anónimo para entender que él es un claro ejemplo de cómo la "sociedad" guatemalteca está en cuidados intensivos, a punto de morir... sensibilidad 0, humanidad 0. Triste pero cierto, como Anónimo hay muchos y así nos luce el pelo...
ResponderEliminarEstimado Anónimo: además de su carácter muy ameno, lo que hacía querible y valorable a Víctor, respetable incluso, es el haber tocado mierda y haber decidido salir. Haberse equivocado y buscar enmendarse. Haber causado dolor y arrepentirse... y no solo arrepentirse, sino que tratar una y otra vez de hacer algo al respecto. El daño que causamos no lo repara nadie... ni usted ni yo y tampoco Víctor... y todos causamos dolor señor, y todos nos equivocamos. Sí es cierto, Víctor se equivocó en grande... pero en grande también hizo cosas muy buenas para dejar atrás aquellas equivocaciones y enmendarse, y es a esas cuestiones a las que se refieren con tanto afecto quienes lo conocieron, y son esas cuestiones simples, sencillas y GRANDES... del día a día. El no discriminar a la hora de dar una mano, de demorarse por atender a alguien, por ayudar. "Todo Guerrero de la Luz ya se equivocó".
ResponderEliminarLos respetos y las salutaciones son hacia un guerrero de la vida, que dio la cara a una sociedad tras sus equivocaciones, que no negó ni el dolor que causo ni su propio dolor... y que eligió hacer algo al respecto, cuando por mucho menos, muchos callan.
Y sobre todo señor mío... las oraciones, el respeto, y las salutaciones post mortem son para alguien que se equivocó como muchos de nosotros, pero que con la mochila de las equivocaciones a cuestas se paró, miro adelante y tuvo la valentía de caminar y sembrar bienestar por la vida tras el apodo de "Chiquilin", representando varios personajes en las obras en que participo bajo muchos seudónimos, pero con la cara de frente a Cristo y al mundo como Víctor Hugo Leonel Monterroso Girón... y no como un ANONIMO.
Piedras tiramos todos alguna vez señor... algunos eligen ser anónimos y esconder la mano... otros eligen dar la cara, asumir el piedrazo, recoger la piedra, y caminar con el peso de la propia piedra y además juntar la de otros.
Saludos desde Argentina, señor Anónimo, busque su piedra y hágase cargo de ella como mejor pueda.
Para los anónimos, esto talvez ilustra mejor su obsesión con la descalificación: http://nomada.gt/que-estaba-investigando-el-actor-guatemalteco-asesinado/
ResponderEliminarY el día de hoy se hizo justicia.
ResponderEliminarhttps://www.mp.gob.gt/2016/07/07/dos-adolescentes-son-sancionados-en-regimen-cerrado-por-crimen-de-artista/