lunes, 24 de noviembre de 2014

EL NUEVO INQUILINO


Estos ruidos nuevos
Las paredes como la vida en blanco
El rumor de la refrigeradora habla en un idioma que no conozco
Es el arameo de las máquinas
Rezando las horas divinas
Acá no tengo sol ni ventanas al exterior
Pero sí agua
Mi nuevo apartamento es una bola de cristal de la lluvia
Llueve y se inunda todo
Una vez tuve una mascota amorosa
Todo ladrido me recuerda a ella para siempre
Un perro aúlla desconsolado traduciendo esto
Es el arameo de los corazones rotos
Alguien arrastra muebles en el segundo piso
Alguien que no existe arrastra algo en el piso vacío
Allá arriba no hay nadie
Es una campana sin badajo
Ecos escurren de voces cuánticas
Los ruidos deshabitados
Han de ser mis cadenas
Que cual perros
Trato de dejar perdidas en cualquier lado
Y encuentran el camino de vuelta
A lamerme las heridas
Sin sanarlas

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