(SELFIE, EDUARDO JUÁREZ. TODAS LAS IMÁGENES DE ESTE TEXTO SON PROPIEDAD DE ÉL)
Para que algo sea bueno, debe existir algo malo. La calidad de una obra artística se mide en la capacidad que tiene de resumir en un libro, un poema, una pintura, una canción o pieza musical, su entorno.
En este caso hablamos de la fotografía. Soy un entusiasta de ese arte/medio de comunicación, es por imágenes que ahora se resume el mundo, cada día en redes sociales se suben más fotos que palabras, el contenido gráfico de Facebook, Pinterest, Instagram, VSCOcam, supera a lo escrito. El peso del contenido gráfico dobla a todo lo escrito por los seres humanos en toda la historia. Y cada vez es más.
Eduardo Juárez es escritor. Y uno muy bueno, por cierto. Su leitmotiv es el ambiente fronterizo entre la sociedad tal y como la conocemos y los personajes que viven en la frontera radical del alcoholismo y el delirio. Realismo sucio de factura local, acaso el mejor exponente. (Este es su perfil, pueden seguirlo o hacerlo su amigo).
Sus libros los recomiendo mucho, Mariposas del Vértigo, es una colección de relatos que abona el camino a Retrato de Borracho con País, un escenario gris, onettiano, con los tintes oscuros propios de la marginalidad. Tiene asimismo, otros libros que no conozco (Exposición de Atrocidades y Serenatas del Hastío), que seguramente andarán por la misma línea.
Nos conocimos y hemos charlado varias veces, es un tipo talentoso, con cacúmen urbano. Por momentos, nos mira al resto del mundo, como una especie de muppets en una gran comedia alejada de una realidad alterna. Es Juárez una especie de The Maxx, aquel disociado héroe de comic que pasaba del delirio a la realidad a placer.
Nos hicimos amigos en Facebook y de un tiempo a acá, sin faltar, constantemente, sube fotografías digitales de su paso diario por la ciudad. Es el mejor documentalista del centro económico de la metrópoli, La Terminal.
Allí se mueve más dinero en efectivo que en todos los bancos de Guatemala, es la central de abastos de esta urbe, la alacena donde comemos todos. No es un lugar grato, es un espacio turbio, oloroso a sudor y jugo de fruta podrida, a prostitución, a alcohol, a drogas.
El comercio informal provoca que este perro país se mueva, allí se manejan los habitantes sin factura, los que nunca van a figurar en los medios de comunicación al menos que aparezcan en la nota roja. Allí se mueve de mano en mano, más de cien millones de quetzales diarios que nunca pasarán por la SAT.
Allí nacen y mueren generaciones enteras dedicadas al comercio, al vicio, a la nada, a mantener sobre sus hombros al resto de la Ciudad Iberoamericana de la Cultura 2015. Allí circula el licor, las putas, los huecos, la piedra, la mota, a lo par de la canasta básica.
Juárez se ha dedicado a la tarea titánica de documentar eso desde una cámara digital. Sus fotos son las más malas del mundo, carecen de técnica, de iluminación, de sentido, son documentales nada más, pero no llevan una linea que las clasifique como tal, son producto de la espontaneidad. Con poca o nula composición.
Sus fotos se las rechazarían en los medios de comunicación y en las exposiciones de arte. Es su acto, un performance de la observación.
Sus fotos se las rechazarían en los medios de comunicación y en las exposiciones de arte. Es su acto, un performance de la observación.
Y eso, decía mi profesor de fotografía, lo hace cualquiera y por eso había que trabajar en la línea gráfica, el sentido de lo que se va a fotografiar para mostrarle a los demás el fenómeno completo de lo que se está documentando. Si no, no somos fotógrafos, comunicadores, artistas, si no simples monos con cámaras.
Por eso Eduardo Juárez es el peor fotógrafo del mundo porque hace todo lo contrario a lo que se enseña. Su espíritu es de un equis que toma fotos malas, y por eso, logra meterse hasta la cocina dentro de La Terminal. Por eso es invisible y nos puede hacer testigos con sus imágenes de lo que allí acontece, son fotos feas, sin técnica pero con mucha fuerza y espíritu. Y eso es La Terminal, fuerza fea y espíritu caótico.
¿Qué hace Eduardo allí metido? No lo sé, acaso más adelante lo averigue. Talvez allí trabaje, talvez sea comerciante, o bolo, o sea su lugar de paso a su trabajo. Dentro de su linea de realismo sucio, hace Juárez un excelente trabajo, porque si bien nos socializa la cara más cotidiana de la ciudad, lo hace con pie de foto magnífico.
Los textos que amortiguan sus fotografías son breves relatos, versos, poemas truncados, semillas literarias que nos hablan de un artista, de un pasante sensible que se emociona con pequeños detalles. Eso hace a un gran artista, eso hace a un gran documentalista de su tiempo. Eduardo Juárez hace arte.
Por eso, es el mejor fotógrafo del mundo.
Cierto, es el peor fotógrafo del mundo, y a la vez el mejor, porque sus imágenes ven lo que otros no verían. Ahora me llamaste la atención y quiero leer sus textos. Gracias por la entrada de blog!
ResponderEliminarEduardo's photos have exposed what no other photographer has done sufficiently. Never before have any photos I've seen before documented the same streets Guayo writes about in his novels. Sure, there are photographers who take pictures with professional DSLR cameras that make it on the postcards, however, I know from personal experience in Guatemala City, that if Ed had tried the same thing, he would have been robbed or killed for being the 'outsider' of which he really is not. He uses the tools he needs to show the streets, which until now has remained unsearchable on Google. Now there's a necessary source, provided to the world and will exist now forever.
ResponderEliminarThis is the reality never spoken of. This is truth. How dare you criticize truth.
FRANCISCO: Justamente eso es, saludos y gracias por la visita y el interés.
ResponderEliminarDAVID: Actually, everything you say it´s my intention with this article. I agree. You don´t need a kick ass DSLR to translate the spirit of a subject to an observer, and that´s why I end this review by saying that Ed´s an artist - and a pretty good one - who takes pictures. Technically he lacks of everything the school thought us, but he overcomes that, to become a great photographer. So, I´m not attacking him, but the opposite. Thanks for your comment, David.
Lástima que las fotos no venían acompañadas de ese "pie de foto magnífico". La nota hubiese sido de mayor valor. Igual, buena redacción.
ResponderEliminarBuen relato, tenía curiosidad sobre el llamativo título
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