martes, 9 de febrero de 2016

DECÁLOGO DEL MANIFESTANTE POLÍTICAMENTE CORRECTO


¿Qué sucede cuando los movimientos espontáneos de manifestación se tratan de normar? Acá les presento un pequeño reglamento si quieren utilizar para las siguientes marchas.

1. Recuerde que manifestar es un acto político de alto impacto y que su inherencia en la vida sociopolítica es un termómetro sobre el sentir de los mandantes acerca de los mandatarios. Asimismo, su huella se nota en redes sociales, ya que es una herramienta para darse a conocer como un ser altamente interesado en su país. Recuerde que no pagar impuestos, colarse en la fila en el tráfico, no dar vía, solicitar favores a las autoridades, dar mordida, quedan perdonados si usted acude a la plaza. Selfie o muerte, venceremos.

2. Vístase para la ocasión, utilice colores neutros que no hagan referencia a algún partido político, tendencia ideológica, o boutique de moda, menos si es la Emilio. La neutralidad sobre todo, eso es lo más importante, deje los colores, olores y sabores de fuera. La manifestación es una masa amorfa, y como masa, no sabe a nada. Los que manifestamos debemos ser sin sabor. No ser tortilla, ni pan, masa. Masa a secas. Maseca.

3. Por favor no lleve playeras con marcas de ropa, ni zapatos que sean mejores que la de los otros. Es de mala educación. Además no se sabe si el caballito de la Polo Ralph Lauren fue comprado en Saks, de la Quinta Avenida de Nueva York; o en Bullocks de la Sexta Avenida de la zona 1 de Guatemala. En la manera de sus posibilidades, absténgase de ser el centro de atención. Aquí lo más importante es el mensaje, no las personas. Además que está en zona 1, en lo que dice “#RenunciaYa”, #YaLeAsaltaron.

4. Si va a usar la tarima para dar a conocer el sentir del colectivo que usted representa, recuerde llenar el formulario, hacer un resumen ejecutivo para que sea aprobado en junta directiva, enviar su Power Point, cartas de recomendación, antecedentes penales, policiacos, solvencia fiscal, recibos de pago de su mantenimiento de condominio, permiso del jefe de su trabajo que su postura no va a ofender a la empresa en que labora, recomendación del sindicato, alguna fotografía con su chucho aprobada por AMA, fotocopias de alguna medalla de media maratón, o una foto digital de su persona corriendo con la antorcha el 15 de septiembre. Todo sea por la patria, ya sea la del Criollo o la Grande.

5. Modere su lenguaje. Tiene libertad de decir lo que quiera, pero al suave, si piensa utilizar alguna palabra altisonante, o soez, por favor hacerlo notar para asegurarnos que no va a ofender a nadie. Solicitaremos el apoyo de CODISRA para asegurarnos que las expresiones utilizadas no lastimen tradiciones milenarias de los pueblos y las comunidades. Asimismo, solicitaremos al Zoológico La Aurora, que nos apoye para asegurarnos que las comparaciones de políticos con animales, no ofendan a los animales. Ya recibimos quejas de la Asociación de Porcicultores de Guatemala que sus productos cárnicos empiezan a sufrir baja de venta por relacionarlos con dichos entes de mala madre.

6. No hable del genocidio. Ni a favor ni en contra. Es de mala educación y únicamente nos divide como sociedad. Los muertos ya están bien muertos y los culpables, pues, amnistiados, olvidados y retirados. Si usted es un afectado por tan nefasta época, pida resignación cristiana, musulmana o budista, porque evidentemente, ningún tribunal nacional le dará la paz que necesita, ni se echará sobre el hombro el camote que conlleva dicho tema. Si usted es hijo o familiar de algún acusado, no venga a hablar del heroísmo de su estirpe: matar gente amarrada, niños y civiles es como jugar Grand Theft Auto, con cheatcodes. Recuerde que el héroe nacional Ismael Segura Abularach, acusado de ajusticiar mujeres y niños para que Guatemala no fuera otra Cuba, ahora anda en Cuba curándose de dolencias para las que no hay tratamiento en este país. “La vida te da sorpresas, sorpresas te la vida”, dice la conocida tonadilla.

7. Puede usar cualquier instrumento para hacer bulla pero que no pase de los 55 decibelios, ya sean vuvuzelas, pitos, tambores, todo será regulado para que nuestro grito sea lo suficiente fuerte, sin molestar a nadie. Hay que hacer bulla políticamente correcta. Queremos que el gobernante sea capaz de darse cuenta de nuestra presencia, pero sin que le moleste. Total, son 100 días los permitidos antes que nos empecemos a enojar en serio. Ahorita es como una manifestación de “fíjese que estamos acá pero no lo vamos a molestar”.

8. Al momento de cantar el himno nacional de Guatemala se solicita que llore, más si andan periodistas cerca. Nunca es mal visto el amor patrio, las jornadas en que se ensalzan los símbolos patrios, se hacen loas a la gran cultura milenaria como si fuera estampa del Inguat. Abrace a su prójimo, esta es una misa nacionalista, un culto patrio, todo está permitido, incluso emocionarse. Ya el lunes puede mentarse la madre libremente con cualquier hijueputa.

9. Guatemala se suma así al guión mundial de manifestaciones coloridas, versión portada de La Atayala. Esto según los académicos más respetados del ala izquierda paranóica. Mientras que los académicos del ala derecha más neurótica del país, juran que así se hacen las revoluciones: sin ensuciarse las manos. Hay que buscar el punto medio, el punto ciudadano. Seguramente valerse de lo mejor de ambos bandos, como hacer paros nacionales pero patrocinados. Es decir, ensuciarnos las manos pero que Procter & Gamble patrocine el gel sanitizante.

10. Y por último, y más importante: Recoja su basura. La mental, principalmente.

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