¿Qué sucede
cuando los movimientos espontáneos de manifestación se tratan de normar? Acá
les presento un pequeño reglamento si quieren utilizar para las siguientes marchas.
1. Recuerde
que manifestar es un acto político de alto impacto y que su inherencia en la
vida sociopolítica es un termómetro sobre el sentir de los mandantes acerca de
los mandatarios. Asimismo, su huella se nota en redes sociales, ya que es una
herramienta para darse a conocer como un ser altamente interesado en su país.
Recuerde que no pagar impuestos, colarse en la fila en el tráfico, no dar vía,
solicitar favores a las autoridades, dar mordida, quedan perdonados si usted
acude a la plaza. Selfie o muerte,
venceremos.
2. Vístase
para la ocasión, utilice colores neutros que no hagan referencia a algún
partido político, tendencia ideológica, o boutique de moda, menos si es la
Emilio. La neutralidad sobre todo, eso es lo más importante, deje los colores,
olores y sabores de fuera. La manifestación es una masa amorfa, y como masa, no
sabe a nada. Los que manifestamos debemos ser sin sabor. No ser tortilla, ni
pan, masa. Masa a secas. Maseca.
3. Por
favor no lleve playeras con marcas de ropa, ni zapatos que sean mejores que la
de los otros. Es de mala educación. Además no se sabe si el caballito de la
Polo Ralph Lauren fue comprado en Saks, de la Quinta Avenida de Nueva York; o
en Bullocks de la Sexta Avenida de la zona 1 de Guatemala. En la manera de sus
posibilidades, absténgase de ser el centro de atención. Aquí lo más importante
es el mensaje, no las personas. Además que está en zona 1, en lo que dice
“#RenunciaYa”, #YaLeAsaltaron.
4. Si va
a usar la tarima para dar a conocer el sentir del colectivo que usted
representa, recuerde llenar el formulario, hacer un resumen ejecutivo para que
sea aprobado en junta directiva, enviar su Power Point, cartas de
recomendación, antecedentes penales, policiacos, solvencia fiscal, recibos de
pago de su mantenimiento de condominio, permiso del jefe de su trabajo que su
postura no va a ofender a la empresa en que labora, recomendación del
sindicato, alguna fotografía con su chucho aprobada por AMA, fotocopias de alguna
medalla de media maratón, o una foto digital de su persona corriendo con la
antorcha el 15 de septiembre. Todo sea por la patria, ya sea la del Criollo o
la Grande.
5. Modere
su lenguaje. Tiene libertad de decir lo que quiera, pero al suave, si piensa
utilizar alguna palabra altisonante, o soez, por favor hacerlo notar para
asegurarnos que no va a ofender a nadie. Solicitaremos el apoyo de CODISRA para
asegurarnos que las expresiones utilizadas no lastimen tradiciones milenarias de
los pueblos y las comunidades. Asimismo, solicitaremos al Zoológico La Aurora,
que nos apoye para asegurarnos que las comparaciones de políticos con animales,
no ofendan a los animales. Ya recibimos quejas de la Asociación de
Porcicultores de Guatemala que sus productos cárnicos empiezan a sufrir baja de
venta por relacionarlos con dichos entes de mala madre.
6. No
hable del genocidio. Ni a favor ni en contra. Es de mala educación y únicamente
nos divide como sociedad. Los muertos ya están bien muertos y los culpables,
pues, amnistiados, olvidados y retirados. Si usted es un afectado por tan
nefasta época, pida resignación cristiana, musulmana o budista, porque
evidentemente, ningún tribunal nacional le dará la paz que necesita, ni se
echará sobre el hombro el camote que conlleva dicho tema. Si usted es hijo o familiar de
algún acusado, no venga a hablar del heroísmo de su estirpe: matar gente
amarrada, niños y civiles es como jugar Grand
Theft Auto, con cheatcodes. Recuerde
que el héroe nacional Ismael Segura Abularach, acusado de ajusticiar mujeres y
niños para que Guatemala no fuera otra Cuba, ahora anda en Cuba curándose de
dolencias para las que no hay tratamiento en este país. “La vida te da
sorpresas, sorpresas te la vida”, dice la conocida tonadilla.
7. Puede
usar cualquier instrumento para hacer bulla pero que no pase de los 55
decibelios, ya sean vuvuzelas, pitos, tambores, todo será regulado para que
nuestro grito sea lo suficiente fuerte, sin molestar a nadie. Hay que hacer
bulla políticamente correcta. Queremos que el gobernante sea capaz de darse
cuenta de nuestra presencia, pero sin que le moleste. Total, son 100 días los
permitidos antes que nos empecemos a enojar en serio. Ahorita es como una
manifestación de “fíjese que estamos acá pero no lo vamos a molestar”.
8. Al
momento de cantar el himno nacional de Guatemala se solicita que llore, más si
andan periodistas cerca. Nunca es mal visto el amor patrio, las jornadas en que
se ensalzan los símbolos patrios, se hacen loas a la gran cultura milenaria
como si fuera estampa del Inguat. Abrace a su prójimo, esta es una misa
nacionalista, un culto patrio, todo está permitido, incluso emocionarse. Ya el
lunes puede mentarse la madre libremente con cualquier hijueputa.
9. Guatemala
se suma así al guión mundial de manifestaciones coloridas, versión portada de
La Atayala. Esto según los académicos más respetados del ala izquierda
paranóica. Mientras que los académicos del ala derecha más neurótica del país,
juran que así se hacen las revoluciones: sin ensuciarse las manos. Hay que
buscar el punto medio, el punto ciudadano. Seguramente valerse de lo mejor de
ambos bandos, como hacer paros nacionales pero patrocinados. Es decir,
ensuciarnos las manos pero que Procter & Gamble patrocine el gel
sanitizante.
10. Y por
último, y más importante: Recoja su basura. La mental, principalmente.
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