lunes, 24 de junio de 2019

RESISTENCIA


Pero resistimos. Allí nuestra victoria. 
Resistimos a los embates de los nefastos, los corruptos, los violentos, los que nos quieren chupar la sangre como país. Resistimos. Allí están los nuevos, los valientes, los indomables, los que no claudican. Los que se levantan a pesar del tedio, la que persigna a sus niños antes de salir a la calle. 
Los que pensamos que esto no tiene solución, sin embargo, allí vamos, con el palo de ciego hacia adelante porque no hay otro escape que no ceder. Nos quieren ver derrotados, ignorantes, sin criterio, nos quieren ver de rodillas y vencidos a sus gustos y antojos. 
Pero no, resistimos. Les mentamos la madre y que cosa hermosa es poder decir un sonoro hijueputa a un hijueputa, gritarle malparido al malparido, y corrupto al corrupto. No es únicamente nuestro oficio diario de trabajar que nos debe motivar, es el gusto de no darles gusto.
Es el trabajo bien hecho, es apostar a la ciencia y al arte, y a la empresa y al ambiente, y a la academia y al desarrollo. Es pensar. Es decir sí a la filosofía, al libre pensamiento. A la investigación. Y a seguir y a seguir. 
Hijueputas, no nos vencerán por más que nos maten, por más que quieran enterrar y esconder más profundos nuestros huesos, y los de nuestros muertos. Resistimos. Los vamos a encontrar y los vamos a juzgar. 
Y tenemos voz. Y tenemos humor. 
Y tenemos blogs y redes sociales y gritamos que estamos vivos y lloraremos a nuestros muertos y aprenderemos de sus vidas y sus legados. Resistimos compañeros, hermanos, enemigos y amigos. Y no es panfleto, es poema. No es ideología, es futuro.
No dejemos nunca que nos quiten ese derecho. Heredémoslo. Abracemos al amigo y al enemigo, sus ideas, y pensemos y critiquemos. Que nuestra vida sea una proclamación a la participación ciudadana. Si algo está malo, lo decimos. Si lo podemos arreglar, lo hacemos.
Esto no es un manifiesto es un llamado a la vida. Y merecemos vivir bien, bajo nuestros términos, bajo el respeto hacia el otro.
Días duros se avecinan. Pero resistiremos. Esparzamos la voz. Convenzamos al incrédulo: hay otra vida posible.
Resistimos porque tenemos corazón. Repitan. A pesar que nos peguen y nos venzan, y pasen leyes y sean nepotistas y corruptos y vendepatrias al narco, y clientelares, y nos quieran silenciar.
Resistimos. Allí nuestra victoria. 

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