Cada vez que alguien se cambia de casa
Acontece un crímen para las cosas
Un misterio para los que no hablan
Y sólo conocen el lenguaje del silencio y la permanencia
Un día entra el sol por la ventana y encuentra la estancia
Vacía de voces y rumores
Del sonido acompasado del reloj
Del ronroneo del motor del refrigerador
Ya no se escucha la caricia de la escoba
Ni errabundos zapatos que siguen sus huellas
La fuente de pájaros se secará
Las paredes llorarán moho y la lagartija incierta
Extrañará ese cuadro largo donde soñaba cabalgar el mar
Allí está parada en ese desierto vertical
Sin entender nada
Nada de lianas eléctricas
El viento acaricia las cortinas abandonadas
Consolándolas porque no hay manos que lo hagan
Era molesto, sí
Pero se extraña ese tacto automático
El descorrer de las argollas
Un colibrí brinca y se ve reflejado en una ventana
Y ve la casa como se ve una calavera de gigante a través de un ojo
Y la luz saliendo del otro extremo
Por el agujero de la bala de la ausencia
Ese jardín que ahora es camposanto de risas y agua
Las hormigas caminan sin nadie que las mate ni qué comer
Los escarabajos se asombran de vivir tanto
Ya no hay gato que los devore
Ni teclas armonizando la tarde
Ni un hombre que ve todo acontecer
De un hombre triste que se entristece por todo
Sentado en una esquina sobando lomos de libros
Arropado por el sol viendo nubes y aves
Que piensa en esa grieta de la pared que va creciendo
La que nunca arreglará porque es su vida
Abriéndose con cada toque de timbre
Con la rutina construida y ahora quebrada para siempre
Todo empieza de nuevo cada vez para las personas
Sísifos
Menos para la casa abandonada que es un ser que no entiende
De mareas ni olas perdidas
Por las noches allá en la montaña de otro país
Mientras alimañas nocturnas aparecen
El hombre saldrá a su balcón y verá un cielo gris
Que termina en una casa en una ciudad que añora
Contendrá el aire y escuchará finamente
Soltará un aullido que se volverá cometa
La casa moverá la cola
Y dará tres vueltas
Mientras lo sueña
2 comentarios:
Así se suente alguién también cuando es abandonado por alguién, y quizá gasta más fuerye el sentir.
Este tipo de propuestas hacen mucho daño a la (ya de por si precaria) industria gráfica del país.
Si tu punto de venta va a obtener un agregado de valor por el mural, como no vas a reconocerle al artista su tiempo, experiencia y visión; es sentido común, no sean mierdas.
Para los artistas: Si quieren exposición, trabajen en sus proyectos personales o en proyectos sin fines de lucro, no caigan en este tipo de convocatorias que lejos de darles algo de valor para su portafolio, ningunea su trabajo y le resta profesionalismo a su práctica.
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